El balsero...
1999
Rio Li Jiang
Entre el infinito y el instante
el baile de la suerte es en el aire
alborotando cada gota
de la savia sabia del azar.
Entre lo visible y lo invisible
hay esperanza a mi pesar
sólo he de observar
las hebras esenciales.
Que el rio me conteste
yo quiero que me cuente
que don sirvió al antepasado
y que maldición legó al descendiente.
Entre una cosa y otra
la vida parece tan hermosa
pero en cambio y al final
superficial como la piel...
Que el rio me conteste
Yo quiero que me cuente
que don sirvió al antepasado
y que maldición legó al descendiente.
Entre el pasado y el presente
vaga-mundo ve sin rumbo
caminante de arenas soy.
Enrique Bunbury- "Don y Maldición" (que no "Hale-bopp")
Rio Li Jiang
Entre el infinito y el instante
el baile de la suerte es en el aire
alborotando cada gota
de la savia sabia del azar.
Entre lo visible y lo invisible
hay esperanza a mi pesar
sólo he de observar
las hebras esenciales.
Que el rio me conteste
yo quiero que me cuente
que don sirvió al antepasado
y que maldición legó al descendiente.
Entre una cosa y otra
la vida parece tan hermosa
pero en cambio y al final
superficial como la piel...
Que el rio me conteste
Yo quiero que me cuente
que don sirvió al antepasado
y que maldición legó al descendiente.
Entre el pasado y el presente
vaga-mundo ve sin rumbo
caminante de arenas soy.
Enrique Bunbury- "Don y Maldición" (que no "Hale-bopp")
5 comentarios
lucy -
lucy -
lui -
Lui -
-Este es, en verdad, un hermoso río - dijo a su acompañante.
-Sí -respondió el barquero-; es un río espléndido. Es lo que más quiero. A menudo le he escuchado, me he mirado en sus ojos, y siempre he aprendido algo nuevo de él. Se puede aprender mucho de un río.
-Te doy las gracias, mi bienhechor - exclamó Siddharta, cuando salgó a la otra orilla-. No tengo ningún regalo para darte, amigo, ni puedo pagarte. Soy un vagabundo, un hijo de un brahmán y un samana.
-Ya me di cuenta de ello -contesto el barquero-. Y no esperaba de ti sueldo ni regalo. Me harás el obsequio en otra ocasión. ¿Así lo crees? -pregunto alegre Siddharta.
-Desde luego. También eso lo he aprendido del río: ¡todo vuelve! Tú también volverás, samana. Ahora, ¡Adios! Que tu amistad sea mi paga......
JIP -